Granada es una de las ciudades más frías de España en invierno y una de las más calurosas en verano. Este cambio tan brusco de temperatura provoca que ni los mismos granadinos nos acostumbremos a los cambios de estaciones en la ciudad y al entrar el invierno encendamos a toda máquina la calefacción en los hogares.
Aunque este está siendo un invierno inusual donde los granadinos extrañan la nieve, al caer el sol, comienza a notarse la característica «rasca» granadina. Este hecho provoca que la mayoría de los hogares enciendan su calefacción durante gran parte del día y la noche, lo que supone un importante gasto extra que muchas veces se excede innecesariamente por estar habituados a malas prácticas que conllevan a un derroche de energía y, por tanto, un disgusto para muchos a final de mes. Es por este motivo, por lo que son aconsejables una serie de buenas prácticas para el mantenimiento de la calefacción y el ahorro de energía, que podemos resumir en seis.
Como mínimo una vez al año se debería sacar el aire de los radiadores por completo, ya que con frecuencia la calefacción tiene dificultades para atravesar los conductos debido a que pequeñas burbujas y sustancias obstruyen los conductos con el paso del tiempo.
Aunque parezca mentira, el contar con un equipo de mantenimiento especializado puede llegar a ahorrarnos hasta 200€ en tan solo un año. Es recomendable contar con el mantenimiento anual en calderas con mas de dos años de antigüedad. El hecho de revisar antes de cada invierno el sistema de calefacción permitirá que el sistema funcione al máximo rendimiento y, por tanto, no se malgaste energía. Además evitaremos problemas graves de mantenimiento en el futuro que pueden dejarnos sin calefacción todo un invierno, además de suponernos un importante gasto inesperado.
Muchos no lo saben, pero las subidas bruscas de la calefacción provocan que el consumo se multiplique. Por ese motivo, los expertos recomiendan subir la temperatura de la calefacción de un modo progresivo. Igualmente se recomienda abrigarse un poco más en casa y no ir en manga corta con la calefacción al máximo.
Los datos reflejan que alrededor del 30% de las necesidades de calefacción de un hogar se deben a fugas de la calefacción a través de ranuras en tejados, ventanas y puertas. Es muy aconsejable revisar estas fugas y taparlas para que el calor no se escape. Parece un hecho insignificante pero con el paso del tiempo nuestros bolsillos lo notarán. Además podemos aislar el suelo con alfombras que permitirán mantener aún más la temperatura.
Debemos aprovechar las mejores horas de luz solar para que calienten la casa abriendo todos los focos de luz y apagando la calefacción. Sin embargo, debemos cerrar todas las ventanas y exposiciones al exterior cuando comience a atardecer.
En muchos hogares se ha optado por pasar del gasoil como sistema de calefacción al gas natural, ya que supone un ahorro de energía y dinero.
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