El «Niño de las Pinturas» o también comúnmente conocido como «Sex», nombre que viene de sus raíces sexitanas (habitante del pueblo granadino de Almuñecar), es el artista callejero más popular de Granada, llegando algunas de sus obras a hacerse muy populares en gran parte de Europa y Latino América. Este graffitero granadino comenzó su carrera plasmando sus pinturas en edificios viejos dignos de ser demolidos, aunque con el paso de los años fue tal su reputación que el mismo Ayuntamiento de Granada y otras instituciones han acudido a él en varias ocasiones para solicitar su trabajo en edificios viejos que no se pueden derribar, en Parkings subterráneos como es el caso del de la calle Sócrates o incluso más recientemente en las instalaciones que albergan los edificios del nuevo Parque Tecnológico de la Salud de Granada.
En sus comienzos, el «Niño de las Pinturas» realizaba su arte especialmente en el popular barrio del Realejo, donde es una eminencia entre los vecinos. Sus obras se caracterizan por contar vivencias de la calle y del barrio y se han convertido en una parte del entorno, ya que algunos turistas recorren el Realejo en busca de fotografiar los graffitis plasmados en los edificios del lugar.
Lo curioso de este asunto, es que el mismo Ayuntamiento que en ocasiones reconoce su arte, llegando incluso a contratarlo para que decore ciertos lugares de Granada con el, se contradice al mismo tiempo borrando alguna de sus obras. Este es el caso del la popular Jirafa 2.0 con cabeza de cuadro eléctrico dibujada en la esquina de un edificio de la calle Molinos del Realejo, lugar donde desde G.I.A hemos realizado varios proyectos de demolición, retirada de amianto e instalación de tejados. Esta Jirafa fue dibujada con el consentimiento del dueño del edificio y era muy apreciada por los vecinos del barrio granadino, los cuales, aseguraban que se había convertido en una parte importante del entorno. Aún así hace pocos días el Ayuntamiento de Granada procedió a borrarla del edificio pese al descontento general. De hecho, en la redes se colgó en instante en el que se eliminaba el graffiti y hubo quién incluso propuso velarlo como si de una persona se tratara.
Tras este hecho, el «Niño de las Pinturas» decidió tan sólo cuatro días después volver a realizar la obra en el edificio tal y como estaba. Así lo anunciaba en las redes sociales, diciendo que el animal volvería al edificio, ya que contaba con la aprobación previa del propietario de la vivienda. Como mencionamos, tan solo cuatro días después de su desaparición el graffiti vuelve al edificio y tras plasmar su obra el artista callejero lo afirmaba en Facebook: «Este es el nuevo resultado, el 2.0.»
Este artista granadino ha alegrado muchas de las calles y edificios de la ciudad con su reconocido arte urbano. Sus obras no solo valen para ser realizadas en edificios apunto de la demolición, sino que llegan a solicitarse en proyectos de construcción de gran importancia para la provincia.
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