Ya el año pasado la Universidad de Granada tubo que comenzar con urgencia la reparación de varios de los techos de sus centros como el de la Facultad de Traducción, la de Documentación y Odontología, el Hospital Real y el tejado de la Facultad de Derecho. Este último aún se mantiene en obras tras el inicio de la reforma con urgencia de su tejado el pasado año. A este edificio, catalogado como la sede de Derecho, se le conoce por el nombre de San Pablo y, según publica el BOE, la reparación de sus techos iniciada el curso anterior exige ahora una nueva inversión de 196.020 €.
La rehabilitación con urgencia de sus cubiertas iniciada a finales de pasado curso tenía el objetivo de aplicar una serie de refuerzos a la armaduras de sus tejados, a sus bóvedas y a sus techos contemporáneos que orientan hacia la calle Duquesa. Dichas bóvedas y tejados se encontraban en un estado muy deteriorado que obligaron a intervenir a su rehabilitación con extremada urgencia. La reparación de los tejados de estas áreas se centró en el saneamiento integral de las estructuras y la sustitución de la madera podrida de los techos, lo que supuso en su día un coste de 1,8 millones de euros a los que hay que sumarle los casi 200.000€ más de la intervención actual.
La reforma de estas cubiertas es un proyecto que implica bastante complejidad por la necesidad de mantener y cuidar la estructura de todo el edificio por su alto valor histórico en la ciudad de Granada, ya que representa a la primera Facultad de Derecho de toda España y es un edificio con multitud de detalles históricos que hay que preservar. A este hecho se suma que hace relativamente poco ardió su biblioteca y que es un edificio público muy frecuentado a diario por multitud de estudiantes que precisan esos espacios en reforma para su actividad diaria. Todos estos factores han podido inducir al retraso en cuanto a la finalización de las obras. Lo que si es cierto es que urge terminarlas cuanto antes para poder reabrir los espacios comunes a los estudiantes y puedan así desarrollar su actividad de nuevo con normalidad después de 6 meses sin tejados.
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