Retirar amianto de las naves y edificios se ha vuelto una de las prioridades del sector de la construcción. Desde que se prohibió su uso y comercialización allá en 2002 las empresas, particulares e incluso administraciones no han parado de retirar amianto de infinidad de lugares en los que se encontraban gran variedad de materiales de uralita.
Aunque no se ha parado de retirar amianto en toda España desde hace ya más de una década, aún quedan infinidad de edificios que, por el uso extendido de materiales con amianto durante un largo periodo de la construcción en España, siguen conteniendo infinidad de materiales con este componente.
Tanto es así, que no solo los particulares y empresas han tenido que recurrir a especialistas en la retirada de uralita, sino que las mismas administraciones tienen una gran presión y se les exige continuamente que aceleren el proceso de retirada de amianto en los lugares públicos. Especialmente, los casos más notorios proceden de la presión de retirar amianto en los colegios cuanto antes, ya que son aún miles de centros en España los que contienen materiales con uralita y, por tanto, con fibras de amianto.
Esta situación ha sido muy sonada estos días previos a las elecciones, ya que son muchos los partidos políticos que han usado esta baza para potenciar sus campañas y achacar a las administraciones su mala gestión al respecto. En respuesta, la Consejería de Educación ha querido aclarar que la Junta de Andalucía no ha mirado a otro lado a la hora de retirar el amianto en los colegios y durante los últimos años ha analizado constantemente el estado de dicho material en estos centros, ya que si la uralita no está en estado de descomposición no resulta peligrosa para la salud. Además, ha querido lamentar que se haya creado esta alarma social sobre la necesidad de retirar amianto en los colegios rápidamente sin importar el estado en cada uno de ellos.
La Junta de Andalucía ha querido recordar que el amianto es un material realmente duro, por lo que no en todos los colegios el estado de la uralita es el mismo, de tal modo, que mandan un mensaje de tranquilidad a la sociedad y a los padres especialmente en lo referente a la salud de sus hijos. Aclaran que no existe aún un proceso específico para la retirada de amianto pero al mismo tiempo aseguran que llevan un exhaustivo control al respecto.
Por último justifican que retirar amianto es un proceso muy complejo para el que hay pocas empresas especializadas y que además un trabajo de esta categoría solo se podría realizar en los colegios en fechas vacacionales, ya que la alta peligrosidad del proceso conlleva a que alumnos, personal y profesores tengan que abandonar el centro.
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